América, un continente que tuvo su cultura aborigen rica en civilizaciones que dejaron rastros que hoy son el atractivo cultural del turismo, "las civilizaciones precolombinas".
Con la llegada de los europeos a este "Nuevo Mundo", comienza el encuentro de culturas.
Y también empieza la etapa de la conquista y colonización de los pueblos americanos.
Hay algunos testimonios literarios que amplían la visión de quienes se encontraron con estas tierras y plasmaron en descripciones y características la visión de esos tiempos
De este desconocimiento se derivó el nombre habitual con el que los historiadores se refirieron a este hecho y a los posteriores: el descubrimiento de América. Sin embargo, pronto quedó claro que lo que vino después de ese descubrimiento fue una invasión militar y una conquista especialmente virulenta, que acabó con la aniquilación de numerosos pueblos indígenas y la desaparición de las tres grandes culturas precolombinas: la azteca, la maya y la inca.
Como no podía ser de otra, semejante torrente de acontecimientos inspiró un numeroso conjunto de libros y descripciones que en su mayoría han sido categorizadas como “crónicas” (y sus autores como “cronistas”). Algunas de ellas fueron meras descripciones de las tierras a las que los conquistadores iban llegando. Otras daban cuenta de los pueblos que encontraban, sus costumbres y tradiciones. Poco a poco, cuando la cuestión colonial fue ganando en importancia y los propios españoles se dieron cuenta de la magnitud del “descubrimiento”, las crónicas se empezaron a tornar en alegatos políticos a favor o en contra de determinadas actuaciones.
La literatura de la conquista es, pues, este acervo literario producido en su mayor parte por los españoles y europeos que llegaron a América en la primera etapa de la conquista. El primero, sin duda, fue el propio Cristóbal Colón, que escribió un diario desde su salida del puerto de Palos de la Frontera hasta su llegada al posteriormente llamado “Nuevo Mundo”.
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