LENGUAS.E.N.S.906

Programacion escolar 2010 de la Escuela Normal Superio La Hasienda de la materia lengua castellana del grado 9-06

El Señor De Las Moscas

1.El toque de caracola

Un chico rubio (Ralph) y otro gordito, con gafas (Piggy), se encontraron el uno al otro en medio de una espesa selva y se preguntaron por el paradero del hombre del megáfono, después por el del piloto y finalmente acabaron preguntándose si habría alguna persona mayor en el lugar dónde se encontraban. Pero pronto, recordando lo que había sucedido antes, en el avión, comprendieron que las personas mayores no se habían salvado, pero sin embargo si que tenía que haber más niños en el lugar donde se encontraban.

Ralph avanzó entre los árboles hasta llegar a una playa, y Piggy, se quedó por donde estaba, buscando fruta. Más tarde se volvieron a encontrar en la playa. Se bañaron en una poza que se había formado allí, al lado de una plataforma de granito rosa y una laguna. Entonces comenzaron a plantearse si el lugar donde se encontraban era una isla, si iba a venir alguien a rescatarles y

pensaron que debían buscar a los otros chicos. Ralph pensaba que en efecto, el lugar donde se encontraban era una isla, y que además su padre, un teniente de navío en la Marina, les iba a rescatar. Piggy, no ponía pegas a lo primero, pero no era tan optimista como su compañero en cuanto a lo de que les iban a rescatar.

Un poco después el chico rubio vio una caracola en la laguna, entre unas algas y la cogió. Los dos vieron que podían utilizarla para llamar a los demás y Ralph comenzó a hacerla sonar. Pronto comenzaron a llegar niños y más niños hasta el lugar donde se encontraban.

Cuando estuvieron todos juntos, decidieron elegir un jefe. Jack quiso imponerse él mismo, pero la mayoría decidió que era mejor votar. Los del grupo de Jack le votaron a él pero los demás decidieron que Ralph era el más indicado. El chico rubio, decidió concederle a Jack el placer de seguir siendo jefe de los del coro, y que además, ellos podían ser los cazadores.

Más tarde Ralph, Jack y Simon decidieron ir a comprobar si el lugar donde se encontraban era o no una isla. Subieron a una montaña y comprobaron que en efecto lo era.

2.Fuego en la montaña

Al día siguiente Ralph hizo sonar la caracola en la plataforma y todos los chicos se despertaron. Les informó de lo que había visto el día anterior junto con Simon y Jack. Les dijo que en efecto se encontraban en una isla. Además confirmó que no había gente mayor en la isla, es decir que estaban ellos solos.

Dijo que había que comenzar a poner reglas, como levantar la mano para hablar... El chico rubio daría la caracola al que quisiera hablar y sólo el que la poseyera podría hablar, nadie podría interrumpirle excepto Ralph. Todos estaban entusiasmados con el tema de poner reglas. Mientras tanto, Piggy tomó la caracola y recordó a todos que estaban solos en una isla y que nadie sabía que estaban allí. Ralph tomó la caracola y trató de tranquilizar a los demás diciendo que aunque tuvieran que quedarse por mucho tiempo allí tenían comida, bebida suficiente y todo lo necesario.

Después, Ralph preguntó si alguien tenía algo que decir. Un grupo de chicos comenzó a murmurar y a empujar a uno de los niños pequeños hacia delante. Este estaba tan asustado que no pudo decir nada, así que Piggy, tuvo que interpretar lo que el chaval decía para el resto de los chicos. Piggy contó que el chico decía que había visto una serpiente muy grande la noche anterior, el niño fue producto de risa para los demás niños al principio, pero luego le tomaron un poco en cuenta.

Más tarde Ralph tomó la caracola para decirles a todos que si querían que les encontrasen, tenían que lanzar humo desde la cumbre de la montaña. Entonces Jack empezó a gritar que había que hacer una hoguera y todos excepto Ralph y Piggy salieron corriendo hacia la montaña. Estos dos subieron algo después sorprendidos por la actitud de los demás. Una vez allí buscaron troncos para formar una pila. Después de hacerla se vieron ante el problema de cómo encender la hoguera puesto que ninguno sabía como hacerla. Al rato llegó Piggy, Jack le quitó las gafas y prendió la llama aprovechándose de ellas y de la luz del Sol. Al rato se formó una llama considerable, pero de poco sirvió porque se apagó al poco rato.

Piggy tomó la caracola y empezó a reprocharles por los errores que habían cometido, por todo lo que habían hecho en vano y entonces mientras hablaba se dio cuenta de que no solo no habían conseguido lo que querían sino que encima habían incendiado la montaña.

3.Cabañas en la playa

Jack estaba obsesionado con cazar pero no lo conseguía. Unas veces por los fallos que cometía debidos a su falta de experiencia y otras porque le faltaba valor para matar a un animal.

Después de una jornada sin obtener resultados en la caza se dirigió a la playa. Allí estaban Ralph y Simon intentando construir una cabaña a base de tallos y hojas de palmeras que se sostenía a duras penas. Había ya dos refugios en pie pero no eran muy firmes.

Ralph y Jack comenzaron a hablar de lo que les estaba sucediendo últimamente. Ralph insistía en que necesitaban cabañas, pero todo el mundo excepto Simon y él se olvidaba de ello y se dedicaba a jugar y a comer. A Jack le ocurría algo parecido con sus cazadores que se cansaban enseguida de cazar y se iban a jugar. Jack se resentía por su infortunio en la caza pero sin embargo estaba convencido de que necesitaban carne y por eso debía seguir intentándolo. Parecía que Ralph quisiera reprocharle a Jack que el cazar no era tan importante y que era mejor construir los refugios en la playa por si volvía a haber otra tormenta como la que provocó que ellos fueran a parar a la isla. Había un cierto aire de enfado entre ambos, pero no pasó a mayores.

Al momento cambiaron de tema, comenzaron a hablar de los demás chicos. Ralph dijo que se había dado cuenta de que por las noches tenían pesadillas y pasaban miedo. Simon aclaró que era por lo de la serpiente y Jack un poco avergonzado dijo que él sabía qué era lo que los otros chicos sentían porque había tenido esa sensación algunas veces mientras estaba cazando. Ralph añadió que lo que necesitaban eran cabañas y más tarde dijo que lo mejor que podían hacer era conseguir que les rescataran. Más tarde Ralph y Jack bajaron hasta la orilla y dirigieron la vista hacia la montaña desde donde salía un hilo de humo. Jack comenzó a gritar como si hubiese dado con la solución de algo, Ralph creyó que el otro había visto un barco, pero lo que Jack había visto no era un barco, sino el lugar donde se escondían los cerdos, en uno de los desfiladeros que descendían desde la montaña a la parte más llana de la isla.

Cuando los otros volvieron a la cabaña, Simon ya no estaba allí, fueron a la poza a darse un baño pero tampoco estaba allí. Simon se había adentrado en la selva; llegó hasta un lugar donde abundaba la fruta y cuando llegó allí se dio cuenta de que unos chiquillos le habían seguido, les dio los frutos a los que ellos no podían llegar y continuó andando hasta encontró un lugar en el que había una especie de choza cerrada por una pantalla de hojas.

4.Rostros pintados y melenas largas

Los chicos se acostumbraron a un ritmo de vida. Por la mañana se dedicaban a jugar y se olvidaban de todas sus preocupaciones. Al mediodía cuando el calor empezaba a hacerse notar, se resguardaban a la sombra de las palmeras tumbándose e incluso durmiéndose. A veces, durante el mediodía, se producían fenómenos extraños en el mar, aparentando haber cosas donde no las había, Piggy explicaba que estos fenómenos eran espejismos. Al llegar la tarde se acababan estos fenómenos y los chicos salían de nuevo a jugar hasta llegar la noche, momento en que todos los niños se iban a las cabañas.

Los chicos estaban “divididos” en dos grupos; por un lado estaban los <> que tenían alrededor de seis años y por otro los mayores, entre los que estaban Ralph y Jack. Los <> dedicaban la mayor parte de su tiempo a comer y a dormir. Comían todos los frutos que tenían a su alcance, ya estuvieran maduros o no, lo que les acarreaba dolores de estómago, a los que ya estaban acostumbrados. Además de comer y dormir, también dedicaban gran parte de su tiempo a jugar. Jugaban en la playa, al borde de la orilla, donde construían castillos de arena, señales, caminos, tapias y líneas ferroviarias.

Uno de esos días, Jack, pensando en ir a cazar a aquel lugar donde se escondían los cerdos se pintó la cara con arcilla blanca, roja y con carbón. Llamó a los otros chicos y se fueron a cazar.

Mientras los otros se fueron a cazar Rlaph, Simon, Piggy y Maurice se quedaron en la poza. Más tarde a Ralph se le ocurrió mirar hacia el horizonte y fue entonces cuando vio un barco. Empezó a gritar: ¡humo!, ¡humo! y los que estaban con él se percataron de lo sucedido. El humo que salía de la cumbre de la montaña era escaso por lo que era difícil que lo pudiera ver la tripulación del barco. Ralph salió corriendo hacia la cumbre de la montaña, detrás de él fue Simon, luego estaba Maurice y por último Piggy hacía lo posible por seguirles.

Al llegar a la cumbre, Ralph vio que el humo estaba apagado. Empezó a gritar: ¡vuelve!, ¡vuelve!, pero es evidente que la tripulación del barco no le oía. Al momento llegaron Simon y Maurice. El barco se perdió en el horizonte. Ralph estaba enojado, habían dejado que el fuego se apagara. Miró hacia abajo y vio a una multitud de chicos que se acercaba, entre los que estaba Jack. Cuando Jack y los demás llegaron arriba y mostraron entusiasmados a Ralph el cerdo que habían cazado. Pero a Ralph no le hacía mucha gracia pues estaba enojado porque Jack se había llevado a los encargados de mantener el fuego y esa había sido la causa de que este se apagase. Ralph le reprochó a Jack su gran error y Piggy no fue menos. Jack se enojó tanto que la emprendió a golpes con Piggy, rompiéndole uno de los lados de las gafas. Ralph calificó esta acción como una jugada sucia y Jack se le enfrentó y se disculpó por lo del fuego. Aunque quedó un cierto aire de crispación olvidaron momentáneamente lo sucedido y se dedicaron a comer y hablar del cerdo.

5.El monstruo del mar

Con motivo de lo que había pasado el día anterior y de lo que ya venía sucediendo desde hace tiempo, Ralph convocó una reunión. Tocó la caracola y todos acudieron a la plataforma. Desde el principio aclaró que el que iba a hablar en esa reunión era él. Empezó hablando de la iniciativa de traer agua del arroyo y guardarla en los cocos, que habían tomado hace tiempo y que ahora nadie cumplía, puesto que preferían ir a beber agua al arroyo. Continuó hablando de lo que había sucedido al construir las cabañas, que al principio todos ayudaron, pero luego los únicos que habían trabajado habían sido él, Simon y alguno más. Más tarde les comentó lo que había sucedido con la propuesta de utilizar las piedras que había al otro lado de la poza como retrete, una buena idea puesto que con la marea se limpiaban solas, pero ahora nadie se molestaba en ir hasta allí cuando les daba el apretón. Por fin habló de lo que realmente había sido la gota que había colmado el baso, la hoguera. Ralph insistió en recordarles que la hoguera era lo más importante en la isla y que por encima de todo debían mantenerla encendida, ¿cómo les iban a rescatar sino?. Luego les recordó el suceso del primer día, cuando casi prendieron fuego a la isla, y que para evitar que esto pudiera volver a repetirse, prohibió que se hicieran más hogueras. La única hoguera que habría desde ahora sería la de la montaña. Si ahora alguien quería una hoguera para cocer pescado o cangrejos, no le quedaba más remedio que subir a la montaña. Esto no les gustó nada a los chicos, que gritaban y levantaban la mano para tomar la caracola y protestar. Pero como Ralph era el jefe y además era él quién tenía la caracola no tuvieron más remedio que aceptar lo que este decía. Terminó su discurso recordándoles todo lo que tenían que mejorar y haciendo una alusión a los temores por lo de la fiera... cosas a las que no debían tener miedo. Jack tomó la caracola, dijo que lo de la fiera eran tonterías de los pequeños y criticó todo lo que estos hacían. Pero los pequeños no pensaban que fueran tonterías, y algunos de ellos, contaron a los demás lo que habían visto. Percival pensaba que el monstruo salía del mar. Los demás chicos acogieron esta creencia con temor pensando que podía ser verdad. Jack criticó de nuevo esas creencias, pero lo hacía sin respetar los turnos, ni ninguna otra de las reglas. Ralph le regañó por lo que hacía y Jack reaccionó mandando al carajo las reglas y diciendo que lo importante era la caza; cosa que los demás chicos, sobre todo los mayores, acogieron con felicidad y se dedicaron a celebrar cantando, riendo y bailando.

Ante esta reacción Ralph se cuestionaba si debía seguir como jefe.

6.El monstruo del aire

Esa noche, mientras dormían, se libraba en el cielo a quince kilómetros de altura una batalla entre dos aviones. Al momento se produjo una explosión y al rato un cuerpo sin vida descendió lentamente pendido de un paracaídas para ir a posarse a la cumbre de la montaña.

Al aproximarse la mañana Sam y Eric, que hacían su turno junto a la hoguera despertaban. Habían dejado que la hoguera se apagase por lo que cogieron astillas para volver a encenderla. Una vez que la encendieron se sentaron junto a ella y comenzaron a hablar. Al momento Eric vio algo tras unas rocas, algo que a él y a su hermano les pareció horrible, algo que se desplegaba y se hinchaba. En realidad no era más que el paracaídas y el cuerpo inerte que había caído del cielo la noche anterior, pero Sam y Eric pensaron que era un monstruo y salieron corriendo despavoridamente hacia las cabañas. Allí contaron a todos lo que habían visto. Jack propuso ir en busca de la fiera y todos los mayores parecieron estar de acuerdo con él, excepto Piggy que parecía tener miedo. Así que Piggy se quedó con los pequeños mientras los otros decidieron ir a buscar al monstruo. Ralph preguntó si había algún lugar en la isla donde no hubieran estado nunca. Jack respondió que el único lugar donde no habían estado era el rabo donde terminaba la isla. Así que decidieron ir primero allí a ver si estaba la fiera y después, si la fiera no se encontraba en ese lugar, a la cima de la montaña. En el rabo donde terminaba la isla había una pantalla de hierba a continuación de esta un terreno pedregoso y tras este las grandes rocas se amontonaban formando una especie de castillo sobre un arrecife rosado. Ralph, como jefe se vio obligado a ser el primero en explorar la zona. Avanzó hacia el arrecife, vio el vacío a ambos lados. A la derecha había una laguna y a la izquierda un acantilado. Comprendió que el monstruo no podía estar allí, pero aún así decidió escalar por las grandes rocas que había sobre el arrecife. Mientras trataba de escalar por las rocas Jack llegó a su lado. Los dos subieron hasta lo más alto.

Cuando los demás chicos vieron que no había peligro salieron de su escondite y cruzaron la pantalla de hierba y el puente que separaba a esta de la zona pedregosa y el arrecife. Surgió la idea de crear un fuerte en aquel lugar pero la escasez de agua hacía poco probable esa idea.

Los chicos querían quedarse en aquel lugar jugando, pero Ralph insistió en que había que ir a la montaña, para ver si la fiera estaba allí.

7.Sombras y árboles altos

Los chicos hicieron caso a Ralph y se dirigieron hacia la montaña. Subieron por la trocha de los cerdos. Cuando llegaron a los frutales, el grupo entero se detuvo para comer. Después de comer, mientras Ralph hablaba con Simon a cerca de las esperanzas de volver a casa, Roger les llamó para mostrarles un rastro reciente de los cerdos en la trocha. Roger mostró a Ralph su deseo por comer carne y este le dijo que cazarían siempre que no se salieran del camino. Siguieron por la trocha hacia la montaña y de pronto un jabalí enfurecido salió de unos arbustos en dirección a ellos. Los chavales salieron de la trocha de los cerdos a toda prisa. Ralph vio que el jabalí se dirigía hacia él pero en vez de correr apuntó con su lanza y le dio en el hocico al animal. Este dio un chillido y salió corriendo en dirección al sotobosque. Jack salió tras el jabalí pero ni él ni los cazadores fueron capaces de cogerle. Los muchachos estaban entusiasmados por lo sucedido, por la hazaña de Ralph y la herida que Jack tenía en el brazo. Representaron la escena que acababan de vivir, Robert imitó al jabalí, y los otros “le propinaban golpes”. Esto lo hacían mientras cantaban: ¡mata al jabalí!, ¡Córtale el cuello!, ¡Mata al jabalí!, ¡Pártele el cráneo!

Siguieron caminando hacia la cima de la montaña. Se acercaba la noche y no llegaban. Ralph dijo que alguien debía ir a decir a Piggy que iban a llegar después del anochecer. Simon se prestó voluntario. Siguieron avanzando hasta llegar un poco más arriba. Los chicos por cansancio y por algo de miedo no quisieron seguir subiendo. Solo Jack, Ralph y Roger. Llegaron hasta la zona quemada. Ralph y Roger se quedaron allí por miedo y Jack continuó subiendo. Al rato, Jack regresó diciendo con voz asustada que había visto algo en la cumbre. Entonces Ralph decidió ir a verlo y los otros dos fueron con él. Al llegar a la hoguera, que estaba apagada, Ralph se cegó con la ceniza y un poco por eso otro poco porque tenía algo de miedo se quedó atrás, mientras los otros dos caminaban en dirección a la fiera. Estos vieron algo que se asemejaba a un simio enorme sentado y con la cabeza entre las rodillas. En aquel momento se levantó el viento y a continuación aquel ser levantó su cabeza mostrándoles a los chavales la ruina de su rostro. Estos se asustaron y salieron corriendo montaña abajo. Ralph que oyó los gritos de sus compañeros salió corriendo también.

8.Ofrenda a las tinieblas

Un poco después de lo sucedido en la montaña, Ralph hablaba con Piggy en la playa mientras le contaba lo de la fiera. Jack estaba al lado. Piggy escuchaba asustado. Mientras el monstruo estuviera en la cumbre no podrían encender el fuego y por lo tanto no les podrían rescatar. Pero nadie se atrevería a luchar contra la fiera, ni siquiera Jack, ni sus cazadores. Así de claro lo dejó Ralph. Una afirmación que ofendió a Jack. Este último se dirigió hacia la caracola y la hizo sonar. Pronto todos los chavales estuvieron allí. Jack les contó lo sucedido en la montaña y además trató de criticar a Ralph todo lo que pudo. Ralph trataba de defenderse frente a las acusaciones del otro pero como era Jack quién tenía la caracola, este no le daba opciones. Jack preguntó a los chicos si creían que Ralph no debía ser el jefe, pero nadie respondía. Al ver que nadie se atrevía a rechazar a Ralph como jefe, Jack manifestó que el no estaba dispuesto a seguir con Ralph y él solo envuelto en lágrimas se dirigió hacia el bosque. Después de este incidente, a Piggy se le ocurrió la idea de hacer la hoguera allí, en la plataforma. Los demás estuvieron de acuerdo y comenzaron a llevar palos y troncos. Después de hacer la hoguera Ralph notó que faltaba gente. Casi todos los mayores se habían ido a escondidas mientras los otros hacían la hoguera. Solo quedaban en la plataforma Piggy, los gemelos Sam y Eric, Simon, Ralph y todos los pequeños. Los otros habían ido en busca de Jack; le encontraron y tras las instrucciones de este se fueron a cazar. Tuvieron suerte y pronto encontraron un jabalí hembra. Le lanzaron sus lanzas, siguieron el rastro de sangre que esta dejó tras su huida y al final lograron capturarla. Jack mandó a Roger que afilara un palo por los dos lados. A continuación le mandó que lo clavara en el suelo y luego él mismo tomó la cabeza del animal que habían cazado y la clavó en el palo. Esa sería la ofrenda que dejarían a la bestia para que no les hiciera nada.

Más tarde tomaron el cuerpo del jabalí y lo llevaron a orto lugar para comerlo. Pero les hacía falta fuego para asarlo, así que Jack y otros cuatro decidieron atacar a los otros para coger fuego. Así lo hicieron y una vez allí Jack les invitó a que fueran a comer carne con ellos. Tras decir esto Jack y sus acompañantes se marcharon. Las cosas quedaron un poco confusas en la plataforma tras este incidente. Mientras, Simon, que estaba en el lugar donde Jack y su tribu habían dejado la ofrenda a la bestia, sufría una crisis nerviosa. Oía como aquella cabeza le decía cosas horribles; al momento se desmayó.

9.Una muerte se anuncia

Simon despertó, tenía la boca y la barbilla manchadas de sangre seca. Decidió enfrentarse a sus miedos y se dirigió hacia la montaña para ver a la fiera. Le faltaban las fuerzas, por lo que iba prácticamente arrastrándose.

Cuando llegó a la cima vio una cosa encorvada que se incorporaba de repente y le miraba desde allí. Pero aún viendo aquella cosa horrible siguió adelante. Se acercó lo suficiente para ver con claridad aquello que tanto miedo les había dado a los otros antes. Entonces vio el paracaídas y el estado de descomposición del hombre que de él pendía. De pronto sopló el viento y el cuerpo de aquel hombre se alzó, se inclinó y le arrojó su olor pestilente. Simon no pudo soportar ese olor y acabó por vomitar. Después agarró los tirantes, los soltó de las rocas y libró al cuerpo del viento.

Simon pensó que los demás debían saber lo que él acababa de descubrir y, aunque a duras penas, se dirigió montaña abajo hacia la plataforma.

Ralph y Piggy jugaban mientras se bañaban en la poza. De pronto Ralph notó que faltaba gente. No estaban ni los gemelos, ni Bill. Piggy le dijo que se habían ido donde estaba Jack a comer carne. Ralph dijo que le traía sin cuidado, pero más tarde, Piggy manifestó con cierta timidez que ellos también debían ir. Así lo hicieron. Cuando llegaron hasta donde se hallaban los otros, tras unos momentos de confusión, Jack les invitó a comer de aquella carne.

Después del festín, Jack preguntó que quién se iba a unir a su tribu. Ralph trató de interrumpirle diciendo que él era el jefe, pero Jack seguía insistiendo con su pregunta. Varios chicos respondieron positivamente a esta pregunta.

Era de noche y se estaba preparando una gran tormenta, los truenos asustaban a los pequeños. Ralph preguntó a Jack que qué pensaba hacer ahora que no tenían refugios. Jack saltó a la arena y animó a los chavales para que bailaran aquella peculiar danza mientras cantaban: ¡Mata a la fiera! ¡Córtale el cuello! ¡Derrama su sangre!. Los chicos se animaron y comenzaron a bailar.

En aquel momento llegó Simon arrastrándose y diciendo algo sobre un hombre muerto en la montaña. Los chicos no le reconocieron, le confundieron con la fiera y le apalearon hasta acabar con él.

10.La caracola y las gafas

A la mañana siguiente, Ralph y Piggy recapacitaban en la plataforma por lo que estaba sucediendo y más que nada por lo sucedido el día anterior. Sam y Eric eran los únicos mayores que no se habían ido a vivir con la tribu de Jack. Pero no era eso lo que les preocupaba en este momento, sino, lo que había sucedido la noche anterior. Ralph y Piggy eran conscientes de que lo que habían confundido con la fiera era Simon. Estaban asustados por lo que habían hecho y al igual que Sam y Eric no se atrevían a aceptar que estaban allí cuando sucedió todo.

La tribu de Jack se había instalado en el Peñón del Castillo. Habían diseñado un sistema de defensa para vigilar la entrada desde la tierra firme hasta el Peñón. Habían empotrado un tronco bajo una roca y otro bajo aquel haciendo palanca, de tal forma que la roca podía ser despeñada yendo a caer justo en el istmo que unía el Peñón con la tierra firme.

En la caverna se hallaban Jack y todos los demás. El jefe contaba los planes a su gente. Pensaba ir a cazar al día siguiente; pero esta vez no irían todos. Unos se quedarían preparando la cueva y otros defendiendo el Castillo por si venían los otros o la fiera. Jack volvió a mentar lo de ir a cazar el día siguiente y entonces Bill le recordó que no tenían nada para encender el fuego. Entonces Jack decidió atacar esa misma noche junto con Maurice y Roger a los otros.

Al otro lado de la isla, Ralph, Piggy y los gemelos buscaban leña para encender la hoguera. Ya no eran capaces de mantenerla encendida todo el día, pues sólo eran cuatro. Decidieron dejar que se apagara esa noche y se fueron a uno de los refugios. Mientras hablaban, sintieron un ruido fuera, al momento alguien entró en el refugio y comenzó una pelea. Cuando todo acabó vieron como tres individuos corrían en dirección al Peñón. Ralph fue a ver si se habían llevado la caracola, pero no era esto lo que se habían llevado, sino las gafas de Piggy.

11.El Peñón del Castillo

A la mañana siguiente Ralph, Piggy, Sam y Eric estaban sentados al lado de los restos de la hoguera. Ralph estaba soplando las cenizas intentando que volviera a prender, pero era inútil. Necesitaban una hoguera pero no había forma de conseguirla, pues ni la hoguera apagada iba a renacer ni tenían las gafas de Piggy para hacer otra. Piggy necesitaba sus gafas, era incapaz de ver sin ellas, así que pidió a Ralph que tocara la caracola para convocar una asamblea y este aún sabiendo que era inútil, puesto que los únicos que iban a venir eran los peques, así lo hizo. Piggy comunicó a todos su problema y conscientes de ello, y de que sin gafas no habría hoguera, decidieron ir al Castillo a buscarlas.

Decidieron comer algo antes de ir al Castillo. Después marcharon. Piggy que tenía que ser guiado por sus amigos, llevaba la caracola entre sus manos. Al llegar al Peñón, Ralph tomó la caracola y la hizo sonar. Al momento varios chicos con las caras pintadas se acercaron hasta llegar al istmo. Jack no estaba, se había ido a cazar. Ralph les contó lo del fuego y lo de las gafas de Piggy. Los chicos con las caras pintadas se burlaron de Piggy. Cuando se llevaba a cavo esta burla llegó Jack acompañado de otros dos chicos. Tras de ellos, en el suelo había un jabalí muerto. Pronto comenzó una pelea entre Ralph y Jack. Más tarde cesó la pelea y Ralph les volvió a recordar las razones por las que habían ido hasta allí. Les volvió a recordar lo de las gafas de Piggy, a lo que respondieron con burlas, y que sin una hoguera nunca les rescatarían. Jack, sin hacer demasiado caso de lo que Ralph decía, ordenó a su gente que cogieran a los gemelos. Así lo hicieron, les ataron y les derribaron. Ralph enfureció y de nuevo comenzó un forcejeo entre él y Jack. Entonces Piggy tomó la caracola y comenzó a criticar a los de la tribu de Jack. De pronto se oyó el sonido de una enorme piedra. Roger había hecho palanca sobre aquel tronco que estaba empotrado bajo ella y la había hecho rodar. La gran roca fue a caer justo encima de Piggy. Este saltó por los aires, al costado de la roca, girando al mismo tiempo. Piggy cayó a más de doce metros de distancia y quedó tendido boca arriba. Le habían matado. Y eso era lo que pretendían hacer más tarde con Ralph. Este salió corriendo mientras la tribu de Jack le perseguía lanzándole sus lanzas. No consiguieron cogerle y al llegar hasta donde estaba el jabalí muerto Jack ordenó que volvieran al Peñón. Allí obligaron a los gemelos a formar parte de la tribu.

12.El grito de los cazadores

Después de la huida , de inspeccionar sus heridas y de cerciorarse de que no corría peligro, Ralph, aprovechó para ir a saciar su hambre a los frutales. Durante toda la mañana no dejó de preguntarse por lo que iba a pasar entre él y la tribu de Jack. Temía que los salvajes hicieran con él lo mismo que hicieron con Piggy y con Simon. Pero por otro lado intentaba consolarse pensando que quizá se olvidasen de él.

Después de comer se dirigió a la playa. Observó la plataforma y las cabañas destrozadas. Comprendió que allí no tenía nada que hacer y decidió regresar al Peñón del Castillo. Al llegar la noche llegó al soto que había frente al Peñón. Observó la cima del Peñón y vio como el que estaba vigilando se retiraba para dar paso a otros dos. Las figuras de estos eran clavadas a las de los gemelos Sam y Eric. Ralph decidió acercarse para hablar con ellos. Estos le contaron que les habían obligado a formar parte de la tribu y que al día siguiente iban a salir en su busca. Ralph preguntó que qué era lo que le iban a hacer si le capturaban. Los gemelos no contestaron con claridad a esa pregunta, sólo cuando sintieron que alguien se acercaba y Ralph no tuvo más remedio que marcharse los gemelos le dijeron que Roger había afilado un palo por las dos puntas. Ralph aprovechó para decirles a los gemelos que se iba a esconder en los matorrales y que intentaran alejarlos de allí.

Ralph fue hasta donde les había dicho a los otros y allí pasó la noche. Por la mañana le despertaron las voces de los salvajes. Se escondió bien dentro de un matorral y allí esperó. Más tarde oyó como uno de los gemelos gemía y era sometido a la burla por parte de los otros mientras se veía obligado a decirle a uno de los salvajes, que parecía ser Jack, donde se encontraba Ralph. Este le debió indicar el lugar. Ralph se preparó para luchar, pero los salvajes regresaron al Peñón. Al rato Jack y su tribu apareció empujando una gran roca en dirección al lugar donde se encontraba Ralph. Además habían pendido fuego a la isla y este avanzaba hacia él. Ralph se sintió en peligro y huyó hacia el bosque; pero antes tubo que acabar con un salvaje que se interponía en su camino. Los otros vieron al salvaje en el suelo y salieron en busca de Ralph. Este último ya no sabía que hacer: esconderse, subirse a un árbol o romper la línea que formaban los salvajes. Se escondió, le descubrieron y cuando parecía que su fin iba a llegar, se topó con un oficial de marina que había visto el fuego y se había acercado a la isla para rescatarlos. El oficial se quedó asombrado al ver las pintas de los chicos y al oír la noticia de las dos trágicas muertes.

¿Cuál es el tema central de la novela?, ¿Cuál es su relación con lo estudiado en clase?

Es una fábula moral acerca de la condición humana, en la que se nos expone de una forma amena la tesis de que una educación represiva predispone al individuo a futuras explosiones de barbarie cuando los controles se relajan. Estos temas los tratamos en clase en los temas referidos a la moral humana y la vida en sociedad.

¿Qué se defiende en la obra, que la moral es innata o adquirida? Razona tu respuesta.

En esta obra se defiende que la moral es adquirida, sabemos que la moral es un conjunto de normas, y como el hombre es un ser constitutivamente moral por lo cual él decide que normas elige y cuales rechaza, bueno esto se nos presenta en la historia mediante los dos grupos que forman los chavales, en los que cada individuo elegía que normas quería aceptar.

¿Que se deduce de la novela, que la moral es individual o social? Razona la respuesta.

La moral es individual, la moral es lo que hace distinto a cada individuo porque cada individuo es responsable de sus actos y estos están condicionados por sus normas morales.

A la luz de lo que has leído ¿por qué surge la necesidad de imponer unas leyes y una autoridad común? Razona la respuesta.

Para imponer un orden en la sociedad, para evitar que se convierta en un caos absoluto donde cada uno pudiera hacer lo que le venga en gana, y porque el hombre siempre ha tenido y tendrá la necesidad de organizar su vida.

¿Cuál de estas dos teorías analizadas en la unidad tiene más relevancia en la obra?

El hombre es bueno por naturaleza y es la sociedad la que lo corrompe.

El hombre es un lobo para el hombre.

Yo pienso que la teoría que tiene más relevancia en la obra es la de que el hombre es un lobo para el hombre ya que el hombre restringe su propia libertad para la supervivencia de la especie y además el hombre siempre ha querido tener el control sobre otros individuos como se muestra en la novela.

¿Que su pone en la historia la ausencia de normas comunes? Relaciona la respuesta con lo que tu conoces.

Como ya he mencionado anteriormente los individuos que han sufrido una educación represiva a partir del momento en que cesan los controles, o sea la ausencia de normas, aparecen unas explosiones de barbarie; Esto se da en la novela ya que los chavales al provenir de una academia militar con una fuerte disciplina al quedarse solos en la isla se descontrolan violentamente.

Suponiendo que realmente ocurriese un accidente como el que cuenta la novela. ¿Piensas que los niños relacionarían del modo que en ella se describe?. Razona la respuesta.

Si se diera el caso pienso que los niños al principio nombrarían a un líder, pero cuando él adoptara unas normas que no les gustasen a los demás alguien intentaría convertirse en el nuevo líder y a partir de a aquí empezarían los conflictos entre los dos rivales y sus respectivos seguidores, como en la novela. Esto se debe a que ciertos instintos como los de ser uno mismo el mejor están en la naturaleza del hombre.

¿Qué otros problemas éticos no planteados en este cuestionario te sugiere la lectura de la novela?

Uno de los problemas planteados es que los instintos criminales están en la naturaleza del hombre ya que se producen algunas muertes, también se discrimina a los que son diferentes en el grupo, como piggy.

Opinion personal

Mi opinión hacia el libro se basa en que los primeros capítulos son muy aburridos y se hacen pesados pero por el contrario, los últimos donde existe la lucha por llegar al poder y la intriga de si serán rescatados, hacen que el libro cambie de un modo radical.

Aunque la lectura no sea de mi gusto, este libro una gran calidad literaria y moral, ya que nos representan: hechos, problemas y deberes de la humanidad.

Y podría concluir diciendo que yo haría un principio más ameno y sin tanta descripción, porque para mí estropea el libro con un final tan bueno.

Personajes

Ralph:

Es el personaje que todos designan por votación para que sea jefe. Es rubio, delgado, ágil fuerte tiene unos doce años y es uno de los más mayores del grupo. No es demasiado inteligente y casi siempre se apoya en Piggy para tomar decisiones difíciles, tiene muy claro que la salvación de todos radica en la hoguera y que sin ésta no podrán rescatarlos.

Jack:

Es muy impetuoso, se deja llevar, y tanta disciplina que lleva detrás, en toda su educación ha hecho que se acumule violencia en él y la expulse toda a la mínima ocasión. Al principio, en lugar de pensar en lo que tiene que hacer, cuidar la hoguera para que pudieran verlos y regresar a casa, lo que hace es intentar demostrarse a sí mismo que puede matar, que tiene valor para ello, y lo que hace es pintarse la cara para refugiarse detrás de la máscara y se va de caza dejando descuidada la hoguera y perdiendo la oportunidad de irse. Su comportamiento, ha ocasionado rivalidad entre los chicos, causando los enfrentamientos que más tarde se producen, y llegando incluso a matar a otros chicos por defender su territorio.

í Es un muchacho alto y fuerte, tiene una complexión física parecida a la de Ralph. También uno de los muchachos más mayores. Es el jefe de los cazadores y es el personaje que acaba imponiendo el salvajismo entre sus cazadores. Él es el director del coro del colegio y por ello es el jefe de todos los miembros del coro a los que convierte en cazadores. No le gusta que le llamen Jack Medirrew.Es un tipo muy impetuoso,se deja llevar, y tanta disiplina que lleva detras, en toda su educacion, produjo que se acumule violencia en el, expulsándola toda a la mínima ocasión , al principio el lugar de pensar en lo que tiene que hacer (cuidar la hoguera ) lo que hace es demostrarse así mismo que puede matar, que tiene valor para ello , y lo que hace es pintar su cara para refugierase detrás de la mascara y se va de casa dejando descuidada la hoguera y por ende la oportunidad de irse .

Su comportamiento a ocasionado rivalidad entre los chicos causando los enfrentamiento que mas tarde se producen y llegando a matar para defender su territorio .

Simón:

Es un personaje tímido y se desmaya con facilidad. Es un chiquillo delgaducho y vivaz, de pelo negro lacio y tosco con una mirada muy profunda. Es el personaje que descubre al Señor de las moscas.

Piggy:

Piggy, que es así como le llamaban antes, cerdito, es gordo pero muy inteligente. Muy tímido y con poca autoestima, chafada además por los demás, cada vez que intentaba decir algo. Se refugiaba en las normas diciendo que tenía la caracola cuando tenía que hablar, pero no se daba cuenta de que aunque hubiera normas todos eran unos niños, y a ellos las normas si no se las ponían los adultos, amenazándoles con un castigo, no les hacían ni caso. Se reían de él, y Piggy, en ocasiones estallaba de rabia, pero normalmente devolvía la caracola y se volvía a sentar, escarmentado.

Es el personaje más inteligente de la obra y quizás por ser demasiado inteligente los cazadores le matan. Es un muchacho gordo, con gafas y que posee una enfermedad a veces muy traidora cómo es el asma. Su nombre proviene de la palabra inglesa pig que significa cerdo pero su nombre es Piggy que significa cerdito. Es muy timido y con poca autoestima . Se refugiaba en las normas diciendo que tenia la caracola cuando tenia que hablar pero no se daba cuenta de aunque hubieran normas todos eran niños y a ellos las normas si no se las imponian los adultos , amenazando con un castigo , no les hacían ni caso , siempre se reían de el y en ocasiones estallaba de rabia , pero normalmente devolvía la caracola y se volvía a sentar escarmentado

Huasipungo

Huasipungo

Huasipungo es una novela del escritor ecuatoriano Jorge Icaza Coronel. La historia transcurre en el Ecuador de la primera mitad del siglo XX, siendo sus personajes principales los indios de los huasipungos, que son los ranchos, propiedad de los patrones, en los que habitan estas personas. Es una de las obras más representativas de la literatura indigenista, movimiento que precedió al realismo mágico y que enfatizaba un realismo brutal, impactante y muy descarnado.

La obra obtuvo en 1934 el primer premio de novela en un concurso organizado por la Revista Americana de Buenos Aires, siendo publicado en esa ciudad por la Editorial Losada. El libro constituyó no sólo una dura crítica a la actitud de los terratenientes respecto a los indígenas, sino que, además, tuvo un enorme éxito de público y fue traducida a varios idiomas (hoy está traducida a 40 lenguas). Está considerada como la obra ecuatoriana más famosa y es una de las novelas indigenistas por excelencia. En ella se describe cómo las pequeñas propiedades que los terratenientes entregaban a los indígenas como compensación por su trabajo, que les eran robadas más tarde por los mismos terratenientes y, cuando aquéllos protestaban por el atropello, eran asesinados.

Fragmentos del libro fueron publicados en inglés en la Unión Soviética, donde fue recibido con entusiasmo. Tiempo después Icaza fue nombrado embajador ecuatoriano en ese país. La primera edición completa de Huasipungo fue traducida al inglés en 1962 por Mervyn Savill, y fue publicada en Inglaterra por Dennis Dobson. Una traducción "autorizada" fue redactada por Bernard H. Dulsey en 1964, y fue publicada el mismo año por la editorial de la Southern Illinois University de Carbondale, Illinois con el título de "The Villagers". Actualmente ha sido traducida a más de 40 idiomas.

Huasipungo es una palabra de origen quichua, cuya traducción es aproximadamente "lote de terreno", aunque su connotación subyacente implica el hecho de la hacienda parcelada con propósitos premeditados, en función de los intereses de su propietario, quien proveía (según costumbre de la época) de abastos a sus 'huasipungueros' (indígenas entregados en Encomienda, inicialmente (siglo XVI) o por costumbre establecida posteriormente) con el fin de obtener de ellos trabajo, bajo la modalidad de chantaje, sin remuneración.

Resumen de la obra Huasipungo

Alfonso Pereira debía una gran cantidad de dinero a una buena cantidad de gente por lo cual decidió aceptar una propuesta de su tío Julio Pereira de internarse en la selva para organizar una explotación de madera y para sacar adelante un proyecto que tenían en compañía de Mr. Chappy, un reconocido explotador de madera en el Ecuador. Él aceptó esta propuesta y se fue con su hija Lolita y con su esposa Blanca Chanique de Pereira, estuvieron internados por tres largos años en los cuales don Alfonso fue compasivo con sus indígenas dándoles privilegios y ayudándolos, pero después de que su familia se regresara para la ciudad, él empezó a perder la visión generosa que tenía de sus indígenas y los empezó a tratar muy mal: ya no les ayudaba, los golpeaba y violaba a las esposas de los cholos, como él los llamaba. Los hechos que son iluminados en la novela son narrados a través de diferentes puntos de vista, los cuales empezaremos a retomar para darle forma a la trama.

Los terratenientes, los jefes políticos y el cura mandaban en aquel pequeño caserío, que ponía toda su fe en la religión y todo su amor a su trabajo, así le tocara sacrificar su propia vida y la de su familia con tal de que su Dios estuviera feliz, además de su amo, ellos ponían todo de su parte para cumplir los deseos de su amo, el cual más adelante los traiciona; el señor Alfonsito como lo llamaban ellos, les mandó a construir una carretera para comunicarse con la civilización y poder hacer comercio más adelante, el proyecto comenzó a tomar forma, pero el terrateniente estaba desesperado por terminar esta obra rápido para lo cual tomó una técnica de construcción que comenzaría a cobrar vidas indígenas por lo cual le tocó empezar a entretener al pueblo con aguardiente y peleas de gallos. Ya finalizada la obra el terrateniente viajó a Quito pero su tío lo mando a que adelantara el proyecto de los estadounidenses con el cual le venderían a estos el terreno. Las hambrunas en el pueblo comenzaron a cobrar vidas y todos los indígenas estaban desesperados, llegando hasta el punto de tener que robar a los demás para poder subsistir.

Las condiciones en que vivían aquellos sujetos eran deplorables e inhumanas, los niños, como único juguete, usaban su excremento y sus orines para hacer una masa y así entretenerse, mientras sus madres eran sometidas a diferentes trabajos, y mientras sus taitas eran sometidos a duras jornadas de trabajo forzado y el que se resistiera a este era castigado y aniquilado por los altos mandos a cargo de ellos. Cuando un indígena se aporreaba trabajando como es el caso de Andrés que en un descuido se cortó el pie con el hacha, le ponían provisionalmente telarañas y vendas, pero si este empeoraba lo llevaban donde el curandero el cual chupaba la infección del pie junto con sus gusanos, hasta que el paciente se desmayara, luego el brujo preparaba una olla de barro con agua y hierbas las cuales ponía al fuego para calentarlas y después procedía a meter el pie del herido en esta olla, este procedimiento se repetía todos los días hasta que el longo se curara totalmente, peor lo que es inaudito es que los terratenientes los obligaban a trabajar así estuvieran enfermos, claro que le cambiaba la labor hasta que se aliviaran para regresar a su antiguo trabajo, el indígena era rebajado hasta su mínima expresión, el cura cobraba fuertes sumas de dinero para celebrar misas, y para los entierros engañaba a los indios diciéndoles que si no pagaban fuertes sumas de dinero sus seres queridos irían al infierno. Era tal el estado en el que estaba Tomachi que a Andrés y a varios indios les tocó desenterrar un buey que don Alfonso había mandado a sepultar, el cuerpo ya estaba putrefacto pero el hambre de aquellos indígenas con sus guaguas llorando de hambre lo pudo todo, al llevar la mortecina al huasipungo la asaron pero a la esposa de Andrés le cayó mal y murió; Andrés tuvo que robar una vaca para pagar el entierro de su esposa vendiendo aquella vaca a Sangolquí (pueblo vecino), pero corriendo con tal mala suerte que lo cogieron y lo sometieron a fuertes torturas, para que el pueblo tomara escarmiento y no hiciera esto nunca, el tiempo pasaba en esta población y el cura explotaba a los longos cada vez más, en esta ocasión él era el único que tenía buses para comunicarse con los pueblos vecinos, entonces cobraba grandes sumas de dinero por el transporte de mercancía o de indios. El cura y el terrateniente eran una sola voz, lo que ellos dijeran era sagrado y tenía que ser respetado, el que no lo hiciera tendría que pagar con su propia vida. Ya en últimas cuando el pueblo perdía toda esperanza de una buena comida, empezaron a correr los rumores en el pueblo de que por fin iban a llegar los estadounidenses que los salvarían, los longos se preparan con banderas, barren sus calles y se asean un poco para recibir a los que serían su salvación, pero apenas empezaron a pasar los carros de los estadounidenses, se dieron cuenta que estos por el contrario los acabarían; Estos personajes se reunieron con Alfonso Pereira para hacer entrega del territorio, y empezaron a ordenar la limpieza de los huasipungos para que ellos pudieran construir sus casas lujosas, pero lo que ellos no habían predicho era que los runas no estaban dispuestos a abandonar sus huasipungos para probar suerte en la montaña, cuando menos pensaron los indios estaban en rebelión y mataron a cinco hombres de la burguesía, inmediatamente pidieron refuerzos en Quito los soldados que llegaron con sofisticadas armas comenzaron a matar a todos los indios que se rebelaban empezaron a quemar la casa de Andrés Chiliquinga con algunos refugiados entonces los indios empezaron a salir de la casa asfixiados por el humo y entre ellos salió Chiliquinga con su hijo las últimas palabras que se escucharon de él fueron ¡ÑUNCACHIC HUASIPUNGO!;hasta que lo lograron, los pantanos y las calles ya estaban manchados de sangre indígena que algún día les sirvió y que nunca pensaron en defraudarlos, siempre fieles hasta que sus vidas corrieron peligro...

Personajes

Don Alfonso Pereira, considerado un caballero de la alta sociedad de Quito, de mejillas rubicundas y lustrosas.

Doña Blanca Chanique, esposa de Pereira, matrona de las iglesias.

Doña Lolita, hija adolescente de don Alfonso.

Tí o Julio, poderoso tí o de don Alfonso, de gruesa figura, cejas pobladas, cabellera entreacana y ojos de mirar retador. Tiene la costumbre de hablar en plural.

Mr. Chapy, gerente de la explotación de la madera en el Ecuador, es un estadounidense (gringo) de grandes recursos financieros y millonarias conexiones en el extranjero.

Policarpio, el mayordomo de la hacienda Cuchitambo de don Alfonso Pereira.

Andrés Chiliquinga, indio de la hacienda de don Alfonso y personaje principal de la novela, encabeza la resistencia de los indios durante el desalojo de los huasipungos.

Jacinto Quintana, mestizo de apergaminada robustez, teniente político del pueblo, cantinero y capataz. Corrupto y autoritario. Desprecia y maltrata a los indios.

Juana, mestiza. Esposa de Jacinto Quintana, mantiene ocasionales relaciones amorosas con don Alfonso y el cura.

Gabriel Rodríguez, conocido como el "tuerto Rodrí guez", es un mestizo de gruesas y prietas facciones, mirada desafiante en su único ojo, de cinismo alelado y retador al responder o interrogar a la gente humilde.

Andrés Chiliquinga: Es del único indio que vamos a presenciar la evolución de su conciencia, es el indio explotado que se revela ante el poder ideológico-religioso, y el amor de por Cunshi lo hace ir contra las reglas del trabajo obligatorio e infrahumano.

El Cura: Hombre adúltero, es el que por medio de los sermones se encarga de infundir miedo a los indios, aprovechándose de ellos para obtener ganancias económicas.

Cunshi: es la mujer de Chiliquinga es sumisa y es abusada físicamente y sexual, por el terrateniente (Pereira) y hasta por su propio marido.